Hace muchos años me dedico al estudio de las emociones. Fue un camino que comenzó buscando desarrollar mis propias habilidades, ya que en la adolescencia tenía muchas dificultades para relacionarme, y una y otra vez me sentía mal por alguna cosa. ​ Cuando estaba terminando la carrera de psicología, decidí embarcarme de lleno en el estudio de las emociones, y escribí mi tesis sobre Inteligencia Emocional aplicada al ámbito educativo. Me atraía mucho la idea de trabajar en escuelas porque me hubiera gustado recibir educación emocional yo misma en el colegio. Luego embarque rumbo hacia Europa e hice dos maestrías en neurociencias aplicadas al ámbito educativo y especializandome en niños y adolescentes. Allí, desarrollé una Intervención sobre Inteligencia Emocional para aplicar en escuelas primarias y secundarias. ​ Mientras estudiaba en Europa comencé mi trabajo en Psicología Clínica Integrativa y tuve mis primeros pacientes. ¡Que experiencia enriquecedora! Cada persona es un mundo, como dice la frase. Y el privilegio de que alguien me elija para compartir su vida conmigo, y dejarme entrar en ese mundo, no tiene palabras. ​ Hoy me encuentro de vuelta en Buenos Aires, con nuevos pacientes que atiendo en mi consultorio de Palermo, y mantengo sesiones online con pacientes en el exterior. Estoy dando talleres sobre Gestión Emocional para quienes quieran compartir un espacio diferente de autocrecimiento, y tengo muchas ideas que se están gestando. ​ Entre ellas, los próximos meses me dedicaré a planificar un podcast donde podamos hablar abiertamente sobre nuestras emociones, y crearé material online para que puedas trabajar desde tu casa. Acompañame a seguir creciendo esta comunidad con el deseo de vivir en un mundo en que podamos hablar de lo que sentimos sin prejuicios y seamos emocionalmente más inteligentes.