Las flores de Bach nos ayudan en momentos de desequilibrio energético que se expresan a través de nuestros síntomas físicos y emocionales.

Es por ello que cada una de las 38 Flores de Bach están indicadas para restablecer el equilibrio y vibrar desde nuestra esencia evolutiva.
Desde la terapia floral energética el propósito es acercarnos y conocer nuestro propio entramado energético y entregar así al mundo lo mejor que tenemos para ofrecer. Pero esa travesía a veces se nos torna difícil y nos encontramos en momentos donde la angustia o los miedos se imponen, donde experimentamos desórdenes anímicos, falta de orientación o excesivas preocupaciones, dañando muchas veces también a nuestro cuerpo físico.

Estas alteraciones según Edward Bach suceden cuando se produce un distanciamiento entre nuestra esencia o patrón energético álmico y nuestra personalidad: pensada como nuestra máscara y forma de enfrentar el mundo.