Venus, llegó este pasado lunes 23 de Octubre a lo más alto de su ciclo como estrella de la mañana, coronándose así como reina del amanecer. Estos días la pudimos observar en el este, como la estrella más alta, y a partir de ahora, la podremos ver descender por nuestro cielo matutino, hasta su desaparición el 28 de abril.
En ese momento, y tras siete meses de descenso y de desprendimiento de máscaras y atuendos que ocultan nuestra verdadera esencia, entraremos en el llamado inframundo de Venus, tan desnudas como llegamos a este mundo, y con la apertura y la entrega necesaria para conectar con la fuente de vida que somos, con el amor hacia nosotras mismas y hacia lo que nos rodea.
Es lo que en el ciclar venusino se conoce como la muerte de Venus, y representa algo debe morir también en nosotras.
Tras dos meses y medio en el inframundo, como tras cualquier noche oscura del alma, Venus -y nosotras con ella- resurgirá de su inframundo para reaparecer en nuestro cielo vespertino, coronada ahora como reina también del anochecer, tras haber superado las pruebas del inframundo, y a lo largo de los siguientes siete meses iremos -tal como lo hace Venus- ascendiendo por nuestros propios cielos, portal a portal y chakra a chakra, con una renovada autoestima y re-conociendo y re-creando nuevos códigos, valores y deseos.
Será durante el viaje de ascenso de Venus, que tendrá lugar desde inicios de julio hasta inicios de marzo del 2025, cuando se nos presentará la oportunidad de ir desplegando nuestras coloridas alas con la consciencia de quien sirve a su propio propósito, sólo siendo y expresando quien realmente es.
En ese tiempo de re-creación de nosotras mismas y en esa puesta en acción y en escena de los nuevos códigos y patrones rescatados, que es el viaje de ascenso de Venus por nuestro cielo nocturno, la consciencia y el sentir de la magia de Venus en nosotras nos servirán para la toma de decisiones más conscientes y de pasos más certeros hacia la creación de nuevos espacios de juego, placer y abundancia en nuestra vida.
La conexión consciente con nuestra Venus interna y con las formas en que ésta opera, tanto en nuestra vida como en nuestra carta natal, nos ayuda durante todo el viaje de descenso y ascenso a re-cordar y re-conocer esas partes de la relación con nosotras mismas que hemos rechazado, escondido, de lo que nos hemos avergonzado… o que hasta ahora no nos hemos atrevido a experimentar y expresar, pero que ahora, gracias a esa conexión con nuestra Venus interna, podemos reconocer como parte esencial de nuestra naturaleza, a la que no queremos renunciar.
Y es que Venus en este ciclo que ya comienza, nos invita una vez más a para cada uno de los espacios y relaciones de nuestra vida con la máxima plenitud y autenticidad.
Si te apetece iniciarte en la ciclicidad venusina, todavía estás a tiempo de sumarte al grupo de mujeres y hombres que hemos iniciado El Camino de María, un programa online de autocuidado, creatividad y astrología somática siguiendo las ciclicidades de Venus y de luna.
En El camino de Maria encontrarás una guía somática, astrológica y creativa para conectar con Venus a lo largo de todo su ciclo de 18 meses, así como para encarnar las energías de la luna en cada una de sus fases, y en su relación con Venus.
El mapa es el mismo para todas y todos, Venus, como el sol, la luna y el resto de estrellas y luminarias nos afectan a todos por igual. Lo que te proponemos desde El Camino de Maria, es una guía para facilitar tu propio viaje.
Estamos a punto de despegar, todavía estás a tiempo de unirte a este viaje hacia el corazón.
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